Hace 30 años, Pozuelo de Alarcón se erigía como un modelo de ciudad moderna y con calidad de vida.
Con desarrollos urbanísticos innovadores, la ciudad se consolidaba como un lugar joven y dinámico, habitado por una clase media con una renta per cápita entre las más altas de España. Además, su economía estaba equilibrada y sus ingresos estaban asegurados gracias a un patrimonio de suelo sólido.
Sin embargo, hoy en día, ese brillo de antaño se ha apagado. Aquella propuesta positiva de ciudad quedo cortada por las peleas internas y la corrupción del PP.
La falta de una segunda fase de propuestas y actuaciones positivas por parte del gobierno municipal del PP ha dejado a Pozuelo atrás en términos de estructura viaria y social.
El gobierno actual ha mostrado una indiferencia hacia los problemas que afectan a la ciudad y ha abandonado su responsabilidad de liderar una ciudad joven y moderna.
La falta de inversión en infraestructuras básicas como calles, transporte público y servicios sociales ha llevado a una disminución de la calidad de vida de los habitantes de Pozuelo.
Además, la falta de planificación y visión a largo plazo por parte del gobierno va a generar una serie de problemas que afectan tanto a la economía municipal como a toda la ciudadanía de Pozuelo
Es hora de que un nuevo gobierno en Pozuelo asuma su responsabilidad y tome medidas para recuperar el prestigio y la calidad de vida que una vez caracterizaron a esta ciudad. Es el momento de invertir en infraestructuras, fomentar la economía y mejorar la calidad de vida de los habitantes de Pozuelo. Solo así, podremos recuperar el modelo de ciudad moderna y próspera que una vez fuimos.
¿Cuál es la situación actual?
La ciudad de Pozuelo de Alarcón, conocida por su nivel de renta de clase media, ha visto truncada su propuesta positiva de mejora como consecuencia del acostumbramiento a repetir una y otra vez en el gobierno, con candidaturas ajenas a los problemas de Pozuelo, las peleas internas y la endogamia del Partido Popular (PP).
A pesar de su renta, la calidad de vida de la ciudad es mediocre, con un tráfico incontrolado, transporte colectivo ineficiente y desidia en áreas como deporte, cultura, ocio juvenil, entre otras.
Pero la situación no termina aquí. Los presupuestos de la ciudad son cada vez más imprecisos y mal gestionados, y el presupuesto de 127 millones de euros para este año está basado en datos irreales en sus ingresos.
Por si fuera poco, el patrimonio de suelo de la ciudad está siendo malvendido o cedido por el gobierno del PP para tapar su nefasta gestión de gastos.
Este gobierno está formado por un grupo de asesores donde prevalece la endogamia y las inversiones no generan bienestar ni mejoran la calidad de vida de la ciudadanía.
La gestión del Partido Popular en Pozuelo de Alarcón es, por decirlo suavemente, cuestionable.