Visión y valores

Los graves problemas sociales, la economía familiar, el empresariado y la economía nacional, la justicia internacional o la paz no pueden esperar una solución por el simple juego de las fuerzas naturales del mercado, que tardan en ajustarse o provocan desequilibrios sociales mayores Estamos ubicados dentro de los grupos comprometidos en la mejora y renovación del orden social existente, frente al cual no se aceptan paliativos para disimular las situaciones de injusticia que se están viviendo, ya en escala nacional, ya en escala internacional

La revolución del sentido común, de toda la persona y de todas las personas La identidad demócrata-cristiana presenta en forma definida e inequívoca su mensaje de justicia social interna e internacional, de respeto a la dignidad de la persona humana y de solidaridad universal. Frente a los desequilibrios presentes y futuros planteamos un cambio rápido y profundo; estos dos elementos, la rapidez y la profundidad del cambio, determinan el concepto democristiano de revolución: Una revolución innovadora, constructiva y creadora, hacia una realidad social y económica justa y equilibrada.

Repudio a cualquier tipo de violencia personal o social. Pluralismo ideológico/pluralismo social Los fines positivos que nos proponemos no los podríamos lograr nunca, ni los debemos perseguir a través de fórmulas o soluciones de violencia del tipo que sea: social, física, institucional,… ahora habitual en gobiernos intervencionistas, autoritarios y totalitarios.

Afirmar, aclarar y aplicar la ideología: Frente al peligro de caer en decisiones pragmáticas basadas en encuestas, tendencias, presión de medios de comunicación. si no se mantuviera siempre presente en la conciencia una orientación ideológica de valores. La inspiración general de espiritualidad, de solidaridad humana, de dignidad de la persona y de realización de la justicia social, que constituyen su fondo vitalizador.

Somos administradores, no propietarios de la Tierra, y tenemos que gestionarla de manera responsable con la mirada puesta en las futuras generaciones. Tenemos un compromiso permanente con la naturaleza y los problemas de la sociedad. Vamos a tomar medidas urgentes ahora para convertirnos en administradores cada vez más responsables de la creación, defender y restaurar el medio ambiente y devolver a la naturaleza lo que hemos dañado y explotado durante demasiado tiempo.

Es decir, distinguimos perfectamente el campo de la acción política del de la opción religiosa. Pueden militar personas de variadas convicciones religiosas, o sin ninguna denominación religiosa. No queremos que la política invada el campo específico de las conciencias, la fe y la religión, ni que la religión invada el campo específico de la actividad política.

Representando los intereses integrales de la sociedad y no de una parte de ella. Hay contradicción de intereses, las clases sociales existen, dirigimos nuestros esfuerzos prioritariamente, pero no exclusivamente, hacia mejorar las condiciones de vida y trabajo de los más desfavorecidos, buscando una distribución justa de los beneficios del aumento de la riqueza por el incremento de la producción.

Nuestra posición de solidaridad universal e igualdad de todas las personas, nos haces opuestos al nacionalismo agresivo y excluyente; rechazamos y repudiamos ese desviado nacionalismo que se orienta a la confrontación o el odio entre los diferentes pueblos. Afirmamos el derecho al desarrollo propio y específico de cada comunidad nacional; y al propio tiempo aspiramos a que los derechos de las diversas comunidades nacionales se armonicen dentro de los objetivos de la comunidad universal.